Una investigación realizada en la ciudad de Córdoba permite obtener datos actuales sobre el uso de las Redes Sociales Facebook-Fotolog y se demuestra que inciden de manera determinante en la construcción de la identidad de los adolescentes.

Lo que se puede definir como identidad varía de acuerdo a los anteojos con que se mire dicho término, desde el psicoanálisis se diría que la identidad está delimitada por los primeros años de vida del niño, desde la sociología se diría que las identidades se construyen a través de un proceso de individualización por los propios actores para los que son fuentes de sentido; en fin la identidad es algo que se construye a lo largo de la vida, que se acentúa en la adolescencia y se da gracias a la influencia del entorno que nos rodea. Hoy el entorno se caracteriza por la preponderancia de las Redes Sociales y artefactos tecnológicos en las relaciones personales. Las identidades individuales, responden a su vez a identidades colectivas que son resultado de la comunicación simbólica entre los seres humanos y la relación que ellos tienen con el entorno y la naturaleza, procesos que a lo largo de la historia se dieron de manera diferente.

En términos del autor Manuel Castells vivimos dentro de una nueva morfología social causada por la vivencia dentro de redes que van penetrando todos los aspectos de la vida del hombre, social, cultural y política. Partiendo desde la concepción de que existe una “aldea global” se presenta en la actualidad una homogenización y unificación respecto a ideas, patrones y valores socioculturales e imaginarios, fenómeno que debería ser interpretado desde el ámbito académico de la educación.

Las Redes Sociales se convierten en un espacio oportuno para el estudio del comportamiento humano, las mismas son artefactos generadores de cambios. Pero son los adolescentes los que llevan adelante las transformaciones e innovaciones en la Web; de esta manera con el uso de Facebook y Fotolog van construyendo una identidad online que luego de traduce a la vida real y viceversa.

Se realizó una investigación de campo mediante la implementación de encuestas digitales a cien adolescentes (entre 12 y 17 años) intentando abordar principalmente a aquellos pertenecientes a la Tribu Urbana Flogger de Córdoba, uno de los fines del trabajo era describir como se articula la construcción de la identidad con el uso de las Redes Sociales Facebook y Fotolog.

El 60 por ciento de los encuestados indicó revisar más de 4 veces su Facebook a la vez que visitan su Fotolog entre 1 y 2 veces diarias, lo cual indica no sólo un alto uso activo y participativo de las Nuevas Tecnologías de la Información sino también una constante necesidad de re-afirmar su identidad como joven adolescente Flogger apropiándose de las aplicaciones que las Redes Sociales le permiten utilizar, como por ejemplo la exposición de su estética (aspecto constitutivo de la identidad) mediante las fotos que se publican en su perfil.

Por otra parte el estudio arrojó que en la actualidad el rango general de amigos en Facebook ronda entre los 100 y los 1000 amigos y en Fotolog entre 50 y 500; la cantidad de amigos por un lado aumenta la popularidad, éxito y fama del joven reforzando de esta manera los lazos preexistentes del sujeto. Por otro lado fortalece la pertenencia a un grupo determinado con el cual comparte valores (tales como el individualismo, narcisismo, culto al cuerpo), forma de pensar, estética (pelo lacio hacia un costado, vestimenta colorida), gustos musicales (electrónica y techno),  lenguaje y un espacio común de encuentro (las Redes Sociales).

Mediante las aplicaciones que las Redes Sociales ofrecen como por ejemplo: subir fotos, videos, realizar comentarios, chatear, jugar, publicar enlaces de música, crear eventos, entre otras; los Floggers pueden traducir y dar a conocer los pilares fundamentales que conforman su identidad como grupo, es decir, su música, forma de hablar, cosmovisión y estética, afirmando que su punto o lugar de encuentro no es un espacio físico determinado sino su propia página de Fotolog o perfil de Facebook.

De acuerdo al dato de que 60 de los cien encuestados fueron mujeres se puede indicar que son ellas las que están más predispuestas a interactuar en las Redes Sociales a pesar de que otros estudios indican lo contrario. Por otra parte se obtuvo una cifra alarmante, 11 encuestados desconocen en la actualidad lo qué son las Redes Sociales, aun siendo parte de ellas, lo cual refiere a la necesidad de que la escuela promueva la enseñanza de y a través de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación). Vale aclarar que la educación tiene un papel fundamental en la construcción de la identidad de los jóvenes y en el redescubrimiento de los procesos que la conforman.

Sucede que mientras las escuelas y las instituciones sociales a través de sus discursos cierran las posibilidades de los jóvenes, fijándoles normas que limitan su acción social, las industrias culturales en general y las Redes Sociales en particular, han abierto un espacio para la inclusión entendiendo que ésta permite una diversidad ética y estética.

En la actualidad existe una gran paradoja: por un lado gracias a la presencia de la tecnología pareciera existir un mayor grado de individualización, autonomía y aislamiento, por otro aumenta la dependencia del entorno, considerando que la gestación de la identidad requiere del re-conocimiento del otro. Por ese motivo fue que surgieron las llamadas Tribus Urbanas o Culturas Juveniles, en este caso los Floggers son reconocidos como los hijos del postmodernismo y de la Sociedad de la Información; son parte de los llamados Nativos Digitales.

Parece existir una imperante necesidad de demostrar quién soy a partir de la publicación de una foto, del enlace de música que me gusta, del modo de escribir, etc; ser es ser exhibido. En el caso particular de las Tribus Urbanas puede observarse determinadas características para lo cual se hace necesario considerar todos los aspectos de la vida del individuo, en lo físico por ejemplo se revela una determinada forma de vestirse que incluso como se da en el caso de los Floggers implica una hibridación en cuanto al sexo hombre-mujer.

De acuerdo a la investigación se descubrió que pese a que los jóvenes poseían todas las características (vestimenta, peinado, lenguaje) para ser definido como Flogger al responder a la pregunta a qué Tribu Urbana pertenece, el adolescente no se definía así mismo como tal negando un aspecto fundamental de su identidad; ya Manuel Castells advertía la hipótesis de que la tendencia opuesta en todo el mundo es la distancia creciente entre globalización e identidad, entre la Red y el Yo. Es decir que se puede concluir que la mayoría de los adolescentes encuestados no vinculan su identidad juvenil como Flogger, con el uso de la Red Social.

En el caso de los 22 sujetos que se reconocían como Floggers indicaron que eran parte de esa tribu: porque son propietarios de un Fotolog, por el lenguaje que utilizan, porque el “otro” lo reconoce como Flogger, por la música que escuchan y bailan, por la estética (se considera que la posesión de determinados bienes culturales implica el formar parte de un grupo determinado), por la ideología y forma de ver el mundo de una manera despreocupada y audaz. Los estilos de vida y culturas cotidianas se vuelven plataformas para el desarrollo personal y de la identidad.

Los adolescentes viven insertos en la llamada Sociedad de la Información y la Comunicación, caracterizada por una sobreabundancia de la información, bombardeo de publicidades y el culto al ocio frutos de la industria cultural, esto se refleja en el hecho de que casi totalidad de los encuestados (un 87%) utilizan las Redes Sociales por entretenimiento. La identidad ya no se define únicamente a través del estándar profesional sino a un nivel superior a través de las actividades de esparcimiento.

El compromiso subjetivo de los individuos con las Nuevas Tecnologías tiene fuertes implicancias no sólo en sus prácticas más evidentes de relación con artefactos de razón digitales, sino con la creación de una tecno-cultura y la constitución misma de su subjetividad.